jueves, 28 de noviembre de 2013

Persiguiendo a la memoria

Quisiera viajar en el tiempo y tenerte a mi lado de nuevo, desdibujar las arrugas de tus manos y volver a sentirlas fuertes, alzåndome sobre tus hombros y, de ellas, descubrir los ríos,  los senderos y las montañas de mi infancia.

Quisiera que de nuevo me contaras las historias que de niña me hacían soñar y reir, que las palabras no se resbalaran entre los huecos de la enfermedad y dormirme en ellas, como tantas otras veces.

Quisiera rescatar tus recuerdos para ti y en una noche de verano compartirlos contigo, sin interrupciones, sin vacíos,  sin puntos suspensivos ...

Pero aunque las palabras se marchiten y los recuerdos se diluyan tu risa sigue brillando alegre, imperturbable.  Tus ojos marinos aún relucen con tu esencia y tú sigues siendo tú: lo que fuiste y lo que eres, sencillamente... mi padre.