lunes, 29 de abril de 2013

Cómo cambiaron mis noches...



Anoche soñé con vosotras y al despertar esperaba alargar el brazo y encontraros allí, como una prolongación de mi sueño... pero no os encontré. Y de repente.... entendí qué significa echaros de menos.
Porque hace casi 6 años que mis noches cambiaron su luz, su olor, su razón de ser....

Mis noches se volvieron de color melocotón, se llenaron de manitas cálidas que te abrazan, de cuentos maravillosos protagonizados por las dos princesas más guerreras y valientes del Reino de los Sueños, capaces de vencer a brujas y piratas malvados... Mis noches se llenaron de rutinas deliciosas donde los "te quiero" se pueden encadenar hasta el infinito y más allá.... y siempre hay un "yo más" Pero lo que no sabéis es que yo siempre os querré más y más... Lo que no sabéis, es que yo siempre os gano en ese juego.

Hasta entonces nadie me había reclamado tantas veces una misma noche  ni gritado mi nombre en la oscuridad. Me convertí en la más temible enemiga de los monstruos del armario y no hay debajo de la cama ninguna sombra que soporte mi sola presencia....

Llenasteis mis noches de interrupciones, despertares, imprevistos, insomnio....
Desde entonces, en mis noches hay: tibieza, ternura, sueños, canciones, bostezos, abrazos, besos y más besos de buenas noches, cuentos sin final, dientes bajo la almohada, vísperas de Reyes y mucha magia...

Y un día, terminarán esas noches, lo sé.... ya no escucharé vuestros pies descalzos correr hasta mi cama, ni vuestras vocecitas pidiendo ser arropadas, ni competiréis a ver quién me quiere hasta más lejos, ni me pediréis "sólo un cuento más, mami".

Por eso, al despertar esta mañana, extender mi brazo y no hallar más que las sábanas frías, entendí lo grandes que hacéis mis noches y mis mañanas, queridas hijas mías....


domingo, 28 de abril de 2013

La felicidad de las pequeñas cosas

 


Ayer la lluvia golpeó el cristal de mi ventana y me hizo pensar. 
En lo equivocada que he estado y en lo sencillo que es todo. Nos complicamos la vida, nuestra corta existencia buscando la felicidad en el lugar equivocado.... 

Ayer lo comprendí.... la felicidad no está hecha de grandes momentos sino de pequeñas cosas. Se encuentra en los detalles. 
Hoy quiero inventariar esos detalles. Esas pequeñas cosas que están ahí cada día y pasan desapercibidas. Nuestra felicidad... 

Es la gota de lluvia que moja la cara... el buenos días de una persona extraña que nos cruzamos por la calle, el beso tierno de un hijo, la mano tibia en la tuya, el sol que calienta tu nuca, el café de la mañana y la risa de un compañero en la jornada... 
Es la voz de una madre, el trazo torpe de un niño en la escuela, la calidez de la almohada cuando te acuestas, el ronroneo de un gato, las palabras de apoyo de un amigo, el abrazo de un padre, la copa de vino medio llena, la noche que te arropa, la mañana que te despierta... 

Es el olor de la lluvia, un orgasmo compartido, un vientre que crece, un repiquetear de pies que suben escaleras alegres, es un regalo que se abre, un reencuentro de dos amigas, un sueño que te persigue, un paseo en bicicleta, el cansancio que te lleva al reposo, la brisa del mar, un baile solitario, unos pies descalzos en la hierba, el aroma del pan recién hecho y el sabor del chocolate... 

Es un puzle inacabado, un "te quiero, mami, más que a nada" y un "yo más".... Es mirar por la ventana y ver la lluvia, esa lluvia que todo lo limpia.... y nos devuelve la felicidad de las pequeñas cosas..... 

No busques grandes momentos.... disfruta de cada uno de esos pequeños momentos que esconden la grandeza de la vida....  Yo los voy a inventariar.... para que no se me olvide nunca lo feliz que soy.... 


¿Quieres vivirlos conmigo?